El ataque ruso contra el sur de Ucrania en las primeras horas del miércoles, que afectó a las instalaciones cerealeras de Izmail, en el Danubio, subrayó el riesgo de una mayor restricción de las exportaciones ucranianas después de que Moscú se retirara el mes pasado de un acuerdo que permitía los envíos de grano desde los puertos ucranianos del Mar Negro.
Sin embargo, los futuros del trigo recortaron las ganancias iniciales mientras el mercado evaluaba el impacto potencial del ataque, después de que un anterior ataque ruso a una terminal ucraniana del Danubio tuviera un efecto limitado sobre el comercio.
"Existe claramente un riesgo de guerra y cada momento de tensión es un recordatorio de ese riesgo", afirmó Sebastien Poncelet, de la consultora Agritel.
"La verdadera cuestión es el impacto sobre los cargamentos de exportación. La prima de riesgo sube y baja a medida que el mercado intenta evaluar los flujos de exportación."
El contrato de trigo más activo en la Bolsa de Chicago (CBOT) subía un 2,8% a 6,70-3/4 dólares el bushel a las 0832 GMT, tras haber subido antes casi un 5%.
El contrato se recuperaba de un mínimo de dos semanas alcanzado el martes.
El mercado del trigo también estaba pendiente de una licitación de importación convocada por Egipto para el miércoles, después de que las licitaciones de otros grandes importadores de esta semana pusieran de manifiesto la dura competencia de Rusia.
El maíz CBOT subió un 1,3% a 5,14 dólares el bushel, recuperándose también de un mínimo de dos semanas registrado el martes.
La soja bajó un 0,1% a 13,40 dólares y medio el bushel.
Los precios del maíz y la soja se han visto presionados esta semana por la mejora de las previsiones meteorológicas en el Medio Oeste estadounidense, aunque la soja ha encontrado cierto apoyo en la demanda de exportación.
