El índice mundial de precios alimentarios de Naciones Unidas se mantuvo estable en junio, según los datos publicados el viernes, con subidas en el aceite vegetal, el azúcar y los productos lácteos compensadas por una caída en el precio de los cereales.

El índice de precios de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, que hace un seguimiento de los productos alimentarios más comercializados a nivel mundial, registró una media de 120,6 puntos en junio, sin cambios respecto a mayo. La cifra de mayo se revisó a partir de una lectura inicial de 120,4.

El índice de la FAO alcanzó en febrero su nivel más bajo en tres años, ya que los precios de los alimentos retrocedieron desde el máximo histórico alcanzado en marzo de 2022 tras la invasión rusa de Ucrania.

La lectura de junio fue un 2,5% inferior a la de un año antes y un 24,8% por debajo de su máximo de 2022.

Los precios de los cereales cayeron un 3,0% intermensual en medio de unas perspectivas de producción ligeramente mejores en algunos de los principales países exportadores, entre ellos Kazajstán y Ucrania, según la FAO.

Los precios de exportación del maíz también bajaron, ya que se espera que la producción en Argentina y Brasil sea mayor de lo que se pensaba.

Los precios de los productos lácteos subieron un 1,2% en junio respecto a mayo, mientras que el índice del azúcar subió un 1,9%, impulsado en parte por unos resultados de la cosecha de mayo en Brasil inferiores a lo previsto, según la FAO.

Los precios de los aceites vegetales subieron un 3,1%, impulsados por el aumento de las cotizaciones de los aceites de palma, soja y girasol, mientras que los del aceite de colza se mantuvieron prácticamente sin cambios.

Los precios de la carne también se mantuvieron estables, con una caída de los precios internacionales de las aves de corral pero ligeros aumentos de los precios de las carnes de ovino, porcino y bovino.

En un informe separado, la FAO elevó su previsión para la producción mundial de cereales en 2024 en 7,9 millones de toneladas métricas (+0,3%), situándola en 2.854 millones de toneladas, una cifra ligeramente superior a los niveles de 2023 y que marca una nueva previsión máxima histórica.

El aumento reflejó la mejora de las perspectivas para los cereales secundarios, que se vieron reforzadas por las mayores expectativas para las cosechas de maíz en Argentina y Brasil.

La previsión para la utilización mundial de cereales en el periodo 2024/25 se situó en 2.856 millones de toneladas, un 0,5% más que en 2023/24, mientras que la previsión de la FAO para las existencias mundiales de cereales al cierre de las campañas en 2025 se situó en 894 millones de toneladas.