Las empresas estadounidenses con calificación de deuda basura están utilizando una ventana de emisión de deuda más favorable este año para ampliar miles de millones de dólares de pasivos a corto plazo. Pero lo están haciendo a un coste elevado que pesará sobre sus márgenes y ratios de cobertura de intereses en los próximos trimestres, según un informe de Morgan Stanley.

La cantidad de bonos y préstamos con calificación "basura" con vencimiento en 2024 se ha reducido aproximadamente a la mitad en el transcurso de 2023, en 70.000 millones de dólares, y la carga total de deuda con vencimiento a finales de 2025 ha descendido casi un 35% en comparación con los niveles de finales de 2022, según el informe.

La emisión de bonos basura se ha disparado en los últimos meses por la fuerte demanda tras un amplio repunte de los activos de riesgo y el creciente optimismo sobre el crecimiento.

Doce emisores de alto rendimiento han captado 9.600 millones de dólares esta semana, lo que la convierte en la semana de mayor actividad desde noviembre de 2021, según JPMorgan.

Hasta finales de agosto, 129 prestatarios con calificación "basura" habían captado 111.000 millones de dólares emitiendo nuevos bonos. Noventa de estos prestatarios utilizaron el dinero recaudado para refinanciarse, según el informe.

"A pesar de los progresos realizados para hacer frente a los vencimientos a muy corto plazo, la proporción de deuda con vencimiento a menos de 3 años sigue siendo elevada en comparación con la historia", señala el informe.

La refinanciación también está teniendo un coste más elevado. Los emisores de bonos basura están pagando ahora entre 100 y 300 puntos básicos más en cupones sobre la nueva deuda refinanciada en relación con los cupones en vigor, según el informe. Los emisores de préstamos apalancados están pagando entre 60 y 250 puntos básicos más cuando refinancian sus préstamos.

Pero la oportunidad de refinanciar no está abierta a todos los emisores con calificación "basura".

"Creemos que los impagos deberían situarse por encima de las medias a largo plazo, dada la falta de patrocinio de los nombres más débiles, y las rebajas de calificación de B- a CCC deberían seguir siendo elevadas", señala el informe.

Los emisores de préstamos apalancados más arriesgados -en particular los calificados como B3/B- o inferiores por Moody's y S&P- constituyen una parte importante de la deuda que vence el próximo año. (Reportaje de Matt Tracy, Edición de Nick Zieminski)