Los países europeos deben estrechar sus relaciones con Taiwán si quieren que continúe la inversión taiwanesa en la producción de semiconductores, declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Joseph Wu, durante una visita a Europa la semana pasada.

Las inversiones en el extranjero de Taiwan Semiconductor Manufacturing Corp (TSMC), el mayor fabricante de chips por contrato del mundo, necesitan la aprobación del gobierno, incluso para una posible fábrica en Alemania.

Wu dijo que el gobierno no ponía condiciones a las inversiones de TSMC y que correspondía a la empresa decidir si un proyecto daría beneficios.

Wu dijo que Taiwán no bloquearía las inversiones en Europa, pero que existía una "cuestión filosófica" según la cual un país que deseara ayuda taiwanesa debía considerar un panorama más amplio de las relaciones con Taiwán.

"Creo que es algo en lo que debemos pensar", dijo. "Aunque no somos egoístas a la hora de impedir que TSMC invierta en otros países, sin duda esperamos que otros países que quieran atraer a TSMC... también puedan pensar en la situación en la que se encuentra Taiwán".

China reclama el autogobierno de Taiwán como territorio propio y nunca ha renunciado al uso de la fuerza para someterlo a su control. Taiwán se opone firmemente a las reivindicaciones de soberanía de China y afirma que sólo el pueblo de la isla puede decidir su futuro.

"Si pueden pensar en esa línea positiva, las relaciones entre Taiwán y los países europeos, los principales países europeos, van a ser mucho mejores que antes", dijo Wu.

El ministro pidió no revelar el país en el que se encontraba, debido a lo delicado de su viaje. Taiwán no tiene lazos diplomáticos formales con ningún país europeo, excepto con el Vaticano, y China advirtió a Europa contra los lazos oficiales antes de la visita de Wu.

Wu sí visitó la República Checa y, según las fuentes, también viajó a Bruselas, donde se encuentran las sedes de la UE y la OTAN.

Wu dijo que los líderes de la UE fueron más claros que antes al pedir la paz en el estrecho de Taiwán, la franja de agua entre China y Taiwán, y la preservación del statu quo y dijo que el bloque debería considerar una mayor cooperación con Taiwán, como un acuerdo bilateral de inversión (BIA).

La UE incluyó a Taiwán en su lista de posibles socios del BIA en 2015, pero desde entonces no ha mantenido conversaciones con Taiwán sobre la cuestión.

"Es muy desafiante", dijo Wu, añadiendo que le preocupaba que fuera rehén debido a un acuerdo de inversión congelado entre la UE y China.

"Esperamos poder seguir adelante con ello y esperamos poder persuadir a los dirigentes de la UE para que piensen en esto de forma positiva". (Reportaje de Philip Blenkinsop; Edición de Nick Macfie)