BRUSELAS, 9 sep (Reuters) -Los productos fabricados con trabajo forzoso o los importados a los 27 países de la Unión Europea quedarán prohibidos por un proyecto de normativa comunitaria, según un documento al que accedió Reuters, una medida impulsada por los legisladores del bloque preocupados por los derechos humanos en la provincia china de Xinjiang.

Sin embargo, el proyecto de normas de la Comisión Europea tiene un alcance menor que el propuesto por los legisladores de la UE, debido en parte a las limitaciones legales.

El ejecutivo de la UE, que anunciará su propuesta el martes, tendrá que concretar los detalles con los legisladores y los países del bloque antes de que las normas puedan convertirse en ley.

"Dicha prohibición debería aplicarse a los productos para los que se haya utilizado el trabajo forzoso en cualquier fase de su producción, fabricación, cosecha y extracción, incluyendo el trabajo o el procesamiento relacionado con los productos", dice el documento.

"La prohibición debería aplicarse a todos los productos, de cualquier tipo, incluidos sus componentes, y debería aplicarse a los productos independientemente del sector, el origen, si son nacionales o importados, o si se comercializan o se ponen a disposición en el mercado de la Unión o se exportan".

La normativa apunta a los grandes operadores económicos, como importadores, fabricantes, productores y proveedores de productos, porque los riesgos de trabajo forzoso son los más frecuentes y el impacto probablemente sea mayor, según el documento.

Sin embargo, las autoridades nacionales tienen que demostrar que el trabajo forzoso ha participado en la fabricación y el procesamiento de los productos, y las investigaciones preliminares deben concluirse en un plazo de 30 días laborables.

A continuación, pueden conseguir que los organismos aduaneros bloqueen la circulación de los productos o los retiren del mercado.

Se creará una base de datos sobre el riesgo de trabajo forzoso en zonas geográficas concretas o sobre productos específicos elaborados con trabajo forzoso impuesta por las autoridades estatales, que se pondrá a disposición del público.

Estados Unidos promulgó el año pasado una ley, la Uyghur Forced Labour Prevention Act (UFLPA), para salvaguardar su mercado de productos potencialmente contaminados por abusos de los derechos humanos en Xinjiang, donde el Gobierno estadounidense dice que China está cometiendo un genocidio contra los musulmanes uigures.

China niega los abusos en Xinjiang, un importante productor de algodón que también suministra gran parte de los materiales para paneles solares del mundo, y dice que la ley "calumnia" la situación de los derechos humanos en el país.

(Reporte de Foo Yun Chee; edición de David Evans, traducido por José Muñoz en la redacción de Gdansk)