El estudio presentado el lunes en Roma subraya el reto al que se enfrenta el país para reformar su sector energético con el fin de reducir las emisiones de carbono.

El sistema eléctrico italiano sigue dependiendo en gran medida de los recursos fósiles, ya que más del 50% de la electricidad del país se genera quemando gas natural, petróleo o carbón.

ECCO y Artelys calcularon que, para 2035, Italia tendrá que alcanzar un total de unos 250 GW de capacidad renovable para lograr un sector eléctrico abrumadoramente descarbonizado.

"Alcanzar estos niveles de despliegue de renovables requiere que la tasa de instalación de capacidades solares y eólicas se multiplique por siete para 2030, y por más de ocho para 2035", afirmaron ambas organizaciones.

Las tasas de instalación actuales ascienden a 1,7 GW al año para la capacidad solar fotovoltaica y a 0,4 GW al año para la capacidad eólica.

En esta senda de transición, la electricidad producida mediante la combustión de gas natural será casi nula en 2035 con las centrales termoeléctricas convertidas a hidrógeno y biogás.