Los inversores extranjeros han comenzado a reflejar en las cotizaciones bursátiles una recuperación más lenta de la bolsa de la India este año, preocupados por el hecho de que el relativamente escaso estímulo que el Estado ha proporcionado a empresas y consumidores dejará a la economía a la zaga de sus principales competidores.

Los índices de acciones de Mumbai (Bombay) han rebotado alrededor del 43% desde que cayeron a su nivel más bajo en cuatro años en marzo, ya que los enormes flujos de capital barato proporcionados por los bancos centrales mundiales cuando golpeó la pandemia de COVID-19 hicieron atractivas las acciones con grandes descuentos tras los fuertes recortes sufridos.

A pesar de haber invertido alrededor de 1.980 millones de dólares en acciones de la India desde finales de marzo, los inversores extranjeros siguen siendo vendedores netos este año, con 2.750 millones de dólares en salidas de fondos. Solo en marzo, sacaron 8.350 millones de dólares, según datos de la bolsa de valores.

"Hay muchas cuestiones macro que hacen que la India sea un mercado menos atractivo", dice Rashmi Gupta, gestor de cartera de mercados emergentes (EM) del JP Morgan Private Bank en Nueva York.

"El país tiene que caminar por una línea muy fina, ya que tiene una mayor relación deuda/PIB y no tiene mucho margen en comparación con otras economías de los mercados emergentes en cuanto a su capacidad de proporcionar estímulo fiscal", dijo.

El núcleo del problema de cara a una eventual recuperación económica, según los inversores, son las dificultades de los pobres de la India desde que los cierres en marzo dejaron varados a millones de trabajadores migrantes, o los dejaron a pie para que regresaran a casa desde las grandes ciudades.

"Las personas que necesitan ayuda no son las que la reciben", dice Sailesh Lad, jefe de renta fija activa de mercados emergentes de AXA Investment Managers en Londres.

"Mucha gente en la India vive al día. Si no sabes cuándo llegará el próximo salario, entonces tu gasto se reduce".

Aunque la India presentó un paquete de estímulo monetario y fiscal de 266.000 millones de dólares, equivalente a un 10% del PIB, los economistas dicen que los nuevos compromisos de gasto sólo llegarán a alrededor del 1% del PIB nacional, o aproximadamente 20 dólares por cabeza, además de su presupuesto original para 2020.

China, por su parte, está inyectando más del 4% de su PIB en la economía con sus paquetes de rescate del coronavirus.

Según analistas consultados, la India se ve limitada por su relación deuda pública/PIB, que se situó en el 71% a principios de 2020, superada únicamente por Brasil en el grupo de los BRICS, es decir los principales mercados emergentes, en el que también se encuentran Sudáfrica, China y Rusia.

También estuvo por encima de los niveles que el Fondo Monetario Internacional recomendó para las economías en desarrollo expuestas a oscilaciones del crecimiento y las divisas.

Participantes en el mercado predicen ahora nuevos recortes en el tipo de interés oficial de la India, pero la debilidad de la rupia, que ha bajado un 9% en el último año, también puede hacer que los dirigentes monetarios hagan una pausa.

Y pocos esperan que el primer ministro Narendra Modi haga mucho más.

"Con el déficit fiscal amenazando con cruzar el 6% incluso en ausencia de un estímulo mayor, y la necesidad de un endeudamiento mayor de los estados individuales, no es posible emitir un paquete más grande", dijo Abheek Barua, economista jefe del HDFC Bank en Nueva Delhi.

Ante el brote de COVID-19 en la India, el tercero peor a nivel mundial después de los de Estados Unidos y Brasil, los principales índices de Mumbai han caído alrededor del 11% desde el comienzo del año, en comparación con un 3,5% para los mercados emergentes en conjunto.

En cambio, los mercados de la China continental, donde las autoridades están bombeando fondos a través del sistema financiero a un ritmo récord, han recuperado todo el terreno provocado por la pandemia y cotizan con una subida del 13% en lo que va de año.

Manishi Raychaudhuri, jefe de análisis de renta variable de Asia-Pacífico para BNP Paribas en Hong Kong, dijo que tiene una proyección para el 2020 de 35.000 puntos para el índice indio S&P BSE Sensex, lo que implica una caída del 4,6% respecto de los niveles actuales.

"En vista de la continua disminución de las estimaciones de beneficios corporativos, creemos que el mercado podría bajar antes de subir", dijo Raychaudhuri.

GRÁFICO-Flujos extranjeros a la bolsa india:



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GRÁFICO-La evolución en India y otros mercados emergentes:



GRÁFICO-La deuda pública de los países BRICS:



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(Información de Chris Thomas y Susan Mathew en Bengaluru; información adicional de Gaurav Dogra; escrito por Sagarika Jaisinghani; editado por Patrick Graham y David Clarke; traducido por Tomás Cobos)