China debería desempeñar un papel formal en el marco común para las conversaciones con los acreedores establecido por India y el Club de París con el objetivo de facilitar la reestructuración de la deuda de Sri Lanka, declaró el martes un funcionario estadounidense.

Sri Lanka incumplió el pago de su deuda externa por primera vez en su historia el pasado mes de abril, cuando su economía se enfrentaba a su peor crisis financiera en más de siete décadas.

Japón, acreedor clave, junto con Francia e India, crearon el mes pasado el marco común para que los acreedores discutan y coordinen la reestructuración de la deuda de Sri Lanka, un modelo que esperan que pueda extenderse también a otras economías de renta media.

El ministerio de Asuntos Exteriores chino afirmó que China siempre ha apoyado a sus instituciones financieras para que negocien activamente el plan de eliminación de la deuda.

"Siempre hemos mantenido una estrecha comunicación con Sri Lanka y adoptado medidas tangibles y estamos dispuestos a seguir desempeñando un papel activo en este sentido", declaró el miércoles el portavoz Wang Wenbin en una reunión informativa regular con los medios de comunicación.

China, el mayor prestamista bilateral de Sri Lanka, participó como observador en la primera reunión de naciones acreedoras de la isla a principios de mayo, lo que suscitó la esperanza entre los responsables políticos de que Pekín se comprometa más en las conversaciones sobre la resolución de la deuda de los países de renta baja y media.

Participar en la plataforma es clave para garantizar que "la reestructuración de la deuda se produzca en términos comparables", declaró a Reuters Afreen Akhter, vicesecretaria adjunta de la Oficina de Asuntos del Sur y Centro de Asia (SCA).

"Creemos firmemente que la RPC debe desempeñar un papel formal en la plataforma de coordinación de acreedores y, de nuevo, realmente queremos ver a todas las partes sentarse a la mesa, de forma equitativa, para finalizar este proceso".

Sri Lanka debe 7.100 millones de dólares a sus acreedores, según los últimos datos del gobierno, de los que 3.000 millones corresponden a China, 1.600 millones a India y 2.400 millones al Club de París, un grupo de las principales naciones acreedoras.

Sri Lanka se ha fijado el ambicioso objetivo de completar su marco de reestructuración de la deuda antes de septiembre, paralelamente a la primera revisión de su programa de 2.900 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Un equipo del FMI afirmó el lunes que la economía del país se contraería un 3% en 2023. (Información de Uditha Jayasinghe; Información adicional de Laurie Chen y Ethan Wang en Pekín; Edición de Bernadette Baum y Jacqueline Wong)