El multimillonario minero australiano Andrew Forrest se comprometió el jueves a poner en marcha nuevos proyectos que ayudarán a producir 14 gigavatios (GW) de energía limpia en el país para finales de la década, es decir, un tercio del objetivo del gobierno en materia de energías renovables.

"Se acabó el tiempo de hablar, estamos invirtiendo ahora mismo en la transición energética verde de Australia y creando puestos de trabajo y desarrollo económico para la Australia regional", declaró Forrest en un comunicado.

El compromiso es uno de los mayores de Australia y llegará a través de una combinación de proyectos eólicos, solares y de baterías, muchos de los cuales están aún en fase de planificación. Serán dirigidos por Squadron Energy, propiedad al 100% de Tattarang, el holding de la familia Forrest.

Un portavoz declinó facilitar una estimación de costes para la cartera de proyectos, pero dijo que se financiaría con una combinación de capital de Tattarang y de partes externas.

Forrest hizo el anuncio en una ceremonia que marcaba el inicio de la construcción del parque eólico de Uungula, de 414 megavatios (MW), en la zona rural del estado de Nueva Gales del Sur. El proyecto de 69 turbinas y 1.000 millones de dólares australianos (671 millones de dólares estadounidenses) es el mayor en construcción del estado.

Squadron Energy firmó también el jueves un acuerdo de 2.750 millones de dólares australianos con GE Vernova para el suministro de turbinas eólicas para Uungula y otros dos proyectos eólicos propuestos en el estado.

En caso de construirse, la cartera de proyectos contribuirá en gran medida a que el gobierno laborista de centro-izquierda alcance su objetivo de que el 82% de la electricidad se genere a partir de energías renovables para 2030.

Se trata de una ambición que se ha enfrentado a serios obstáculos, desde la oposición de las comunidades a las nuevas redes de transmisión hasta la incertidumbre sobre las subvenciones y ayudas del gobierno.

El anuncio de Forrest se produjo cuando los planes de convertir el lecho marino del estado de Victoria en un gigantesco centro eólico recibieron un duro golpe después de que el gobierno federal rechazara una propuesta para ampliar las instalaciones del puerto de Hastings por el riesgo que suponía para la fauna local.

El ministro de Energía, Chris Bowen, declaró el miércoles que el gobierno acogería con satisfacción una nueva propuesta y que la decisión no retrasaría el inicio de una industria eólica marina debido a los largos plazos de ejecución que ya tienen los proyectos. (1 $ = 1,4896 dólares australianos) (Reportaje de Lewis Jackson; Edición de Muralikumar Anantharaman)