El crecimiento de las exportaciones japonesas alcanzó en abril su ritmo más débil en más de dos años, al desplomarse los envíos a China en medio de la persistente preocupación por el debilitamiento de la demanda económica mundial.

Las exportaciones aumentaron un 2,6% en abril respecto al año anterior, según mostraron el jueves los datos del Ministerio de Finanzas, un incremento más lento que el 3,0% esperado por los economistas en una encuesta de Reuters y que el 4,3% de marzo. También supuso la ganancia más débil desde febrero de 2021, cuando las exportaciones descendieron un 4,5%.

La tercera economía mundial salió de la recesión en el primer trimestre, ayudada por un impulso en el gasto de los consumidores y el turismo tras el fin de las restricciones por la pandemia COVID-19, pero la debilidad de las exportaciones está lastrando la actividad de las fábricas y obstaculizando una recuperación más amplia.

Las exportaciones han aumentado todos los meses desde el descenso de febrero de 2021, ayudadas en parte por un yen más débil que hace competitivos los productos japoneses.

Sin embargo, los datos del producto interior bruto para enero-marzo mostraron el miércoles que las exportaciones cayeron un 4,2% en el periodo, el primer descenso trimestral en 18 meses.

"El debilitamiento de las exportaciones supondrá un lastre para el gasto de capital, lo que puede minar la demanda interna, ya que el consumo carece de fuerza", afirmó Takeshi Minami, economista jefe del Instituto de Investigación Norinchukin.

"La economía mundial se ralentizará aún más en la segunda mitad de este año, por lo que no se puede contar ni con la demanda interna ni con la externa, lo que dejará a la economía japonesa en una situación delicada".

Por destinos, las exportaciones japonesas a China, el mayor socio comercial del país, cayeron un 2,9% en abril en tasa interanual, arrastradas por los descensos en los envíos de automóviles, piezas de automóviles y acero. Siguió a un descenso del 7,7% en marzo y supuso el quinto mes consecutivo de caídas. Asimismo, los envíos de Japón a Asia cayeron un 6,3% interanual en abril, por cuarto mes consecutivo.

Los envíos con destino a Estados Unidos y la Unión Europea crecieron un 10,5% y un 11,7% interanual en abril, respectivamente, liderados por un repunte de los automóviles y las piezas de recambio a medida que se aliviaban las limitaciones de la oferta.

Las importaciones cayeron un 2,3% en abril, mucho más que la estimación media de un descenso del 0,3% y la primera caída anual en 27 meses, ya que los efectos de base del aumento de los costes energéticos y el debilitamiento del yen siguieron su curso.

La balanza comercial arrojó un déficit de 432.400 millones de yenes (3.200 millones de dólares), más estrecho que la estimación mediana de un déficit de 613.800 millones de yenes. (1 $ = 135,0500 yenes) (Reportaje de Tetsushi Kajimoto; Edición de Sam Holmes)