Este país archipiélago del océano Índico de 800.000 habitantes celebró por última vez sus elecciones presidenciales en 2019 y Assoumani fue declarado vencedor para un mandato de cinco años, en medio de las protestas de la oposición que alegó irregularidades, como la prohibición de observadores independientes y el escrutinio previo de las papeletas.

En los próximos comicios, previstos para el 14 de enero, se enfrentará a nueve oponentes, según la lista publicada por el Tribunal Supremo, que aprueba a los candidatos.

Entre los oponentes figuran un antiguo ministro del Interior y Salim Issa, médico y abanderado de Juwa, el partido del ex presidente Ahmed Abdallah Sambi, condenado en 2022 a cadena perpetua por "alta traición".

Assoumani, antiguo oficial del ejército, llegó al poder por primera vez en un golpe de Estado en 1999. Desde entonces ha ganado tres elecciones.

Algunos partidarios y líderes de la oposición han prometido boicotear los comicios porque el proceso electoral carece de transparencia y han exigido a las autoridades la liberación incondicional del ex líder Sambi y de todos los demás presos políticos.

La oposición también quiere que el gobierno reconstituya el organismo electoral para garantizar su independencia y que prohíba a las fuerzas armadas participar en el proceso electoral.