Al tratarse de un año electoral, en el que se prevé que el Partido Bharatiya Janata (BJP) liderado por el primer ministro Narendra Modi gane un tercer mandato, se espera que el presupuesto logre un equilibrio entre las medidas populistas y la prudencia fiscal.

El gobierno pretende reducir el déficit fiscal hasta el 4,50% del PIB a finales del año fiscal 2025-26, desde el 5,90% del año en curso hasta finales de marzo de 2024.

Según una encuesta realizada por Reuters entre 41 economistas del 10 al 19 de enero, se espera que el presupuesto del 1 de febrero apunte a una reducción del déficit fiscal como porcentaje del PIB hasta el 5,30% en 2024-25.

"Para alcanzar el objetivo de déficit del 4,5% (2025-26), los gastos totales tendrían que aumentar no más del 7% por año fiscal de media... lo que significa que es probable un recorte aún más agresivo de los gastos en los próximos años", declaró Alexandra Hermann, economista principal de Oxford Economics.

El gasto de capital ya se ha disparado más de un 33% este año fiscal hasta superar los 10 billones de rupias (120.000 millones de dólares) y se prevé que aumente un 15% en el próximo, hasta alcanzar los 11,50 billones de rupias, con la expectativa de un aumento de la inversión privada.

La inversión gubernamental ha impulsado recientemente la expansión económica del país.

"La mejora continua y rápida de las infraestructuras de la India será primordial para reactivar el ciclo de inversión privada", declaró Hermann.

"Pero para aprovechar el enorme potencial de la India y garantizar un crecimiento sostenible e integrador a medio y largo plazo, será necesario mejorar los niveles de capital humano, por lo que el gasto en educación debería ser la principal prioridad."

Sin embargo, ningún economista que respondió a una pregunta adicional citó la educación y la sanidad como las dos principales prioridades presupuestarias.

Casi todos los encuestados afirmaron que la inversión en infraestructuras (34) sería la principal prioridad, seguida del desarrollo rural (17) y la creación de empleo (16), ya que esta última no ha logrado seguir el ritmo de las decenas de millones de personas que se incorporan cada año a la población activa.

No se prevé que los planes de bienestar sigan ampliándose con el déficit en el punto de mira y se espera que el endeudamiento bruto de 15,60 billones de rupias se mantenga prácticamente sin cambios respecto a la proyección del año en curso.

"Hay retos de crecimiento ante los que seguimos desconfiando. El capex privado de las empresas no relacionadas con las infraestructuras brilla por su relativa ausencia", afirmó Kunal Kundu, economista para la India de Societe Generale, señalando la modesta demanda interna agregada, al tiempo que observaba que la demanda de los ricos seguía ocupando los titulares.

"La tensión es más visible en las zonas rurales, ya que el sector informal sigue luchando, especialmente las MIPYME (microempresas y pequeñas y medianas empresas), que son las mayores generadoras de empleo".