La inflación anual filipina se aceleró por primera vez en siete meses en agosto como consecuencia de un aumento de los costes del transporte y de los alimentos, según informó el martes la agencia de estadística.

El índice de precios al consumo (IPC) subió un 5,3% en agosto, por encima del ritmo del mes anterior del 4,7%, lo que sitúa la inflación en lo que va de año en el 6,6%, muy lejos del rango de confort del 2%-4% del banco central.

Los economistas de una encuesta de Reuters habían previsto que el índice de precios al consumo aumentaría un 4,7% en agosto, dentro de la proyección del banco central de entre el 4,8% y el 5,6% para el mes.

Excluyendo los volátiles costes energéticos, la inflación subyacente fue del 6,1% en agosto, más lenta que el 6,7% del mes anterior.