NACIONES UNIDAS, 22 sep (Reuters) - Las naciones insulares más afectadas por el cambio climático se enfrentaron esta semana a los países ricos en la Asamblea General de Naciones Unidas, afirmando que la falta de acción urgente de los países desarrollados ha puesto en peligro su supervivencia.

"Hay muchos entre nosotros, las pequeñas y marginadas islas de nuestro planeta, rodeadas por la subida del nivel del mar y abrasadas por el aumento de las temperaturas, que están empezando a cuestionar este desfile anual de discursos floridos y pretensiones públicas de hermandad, también conocido como la Asamblea General anual de la ONU", afirmó el viernes el primer ministro de Santa Lucía, Philip Pierre.

Varios oradores del evento, de una semana de duración, citaron al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien en julio advirtió que la era del calentamiento global había terminado y que "ha llegado la era de la ebullición global".

La percepción de falta de urgencia por parte de los países desarrollados fue un asunto recurrente. Los oradores insistieron en que no haber frenado de forma suficiente las emisiones de gases de efecto invernadero había contribuido al aumento del nivel del mar, amenazando a las naciones insulares y de baja altitud.

"El problema es que aquellos cuyas acciones más necesitamos pueden estar tan seguros de su supervivencia que no actúan con suficiente antelación para nosotros", comentó el viernes la primera ministra de Barbados, Mia Mottley.

En virtud del Acuerdo de París de 2015 sobre la mitigación del cambio climático, los países se propusieron limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados, el umbral que, según los científicos, evitaría los peores efectos del calentamiento.

Para alcanzar ese objetivo, los científicos afirman que el mundo necesita reducir las emisiones globales a la mitad para 2030, y a cero para 2050.

"Desgraciadamente, la comunidad internacional no ha hecho lo suficiente para limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1,5 grados centígrados", dijo Wesley Simina, presidente de Micronesia, en un discurso pronunciado el jueves. "Basta con echar un vistazo a las noticias de cualquier día cualquiera para ver las pruebas de que la crisis climática tiene hoy efectos devastadores en todo el mundo".

(Reporte de Daphne Psaledakis en Naciones Unidas y Valerie Volcovici en Washington; editado en español por Carlos Serrano)