Aunque la inflación anual se ralentizó hasta el 6,6% en abril desde un máximo del 8,7% en enero, se mantuvo muy por encima del rango objetivo del banco central del 2-4%, lo que sugiere que las subidas de tipos acumuladas de 425 puntos básicos aún no han surtido efecto.

Pero el mes pasado, el gobernador del Bangko Sentral ng Pilipinas (BSP), Felipe Medalla, afirmó que las tendencias de la inflación intermensual "presentan un argumento aún más sólido" para que el banco central mantenga los tipos de interés en torno a los niveles actuales en su reunión de política de mayo.

Dieciséis de los 22 economistas encuestados por Reuters entre el 9 y el 15 de mayo esperaban que el BSP mantuviera su tipo de interés a un día en el 6,25% en la reunión del jueves. Los seis restantes pronosticaban otra subida de 25 puntos básicos hasta un máximo de casi 16 años del 6,50%.

"Esperamos que el BSP pase a una pausa de halcones durante la reunión de esta semana... manteniendo su tipo de política sin cambios en el 6,25%", Han Teng Chua, economista del DBS, señalando que otros bancos centrales de la región habían adoptado una postura similar.

"Los responsables políticos deberían sentirse reconfortados por el retroceso de las cifras de inflación desde febrero, con posibles revisiones a la baja de las previsiones de inflación. También estaremos atentos a las orientaciones futuras que puedan informar las decisiones futuras."

Entre los economistas que tenían una visión a largo plazo, 11 de 19 esperaban que el BSP mantuviera los tipos en el 6,25% hasta finales de junio. De los ocho economistas restantes, siete predijeron que los tipos estarían en el 6,50% o más para entonces, mientras que uno pronosticó un recorte de 25 puntos básicos hasta el 6,00%.

La mediana de las previsiones mostraba que los tipos se mantendrían en el 6,25% al menos hasta finales de año. Esto sitúa al BSP en línea con sus homólogos asiáticos que ya han pausado su ciclo de endurecimiento. [KR/INT][ID/INT][IN/INT]