Una encuesta realizada entre 42 economistas y analistas pronosticó que el crudo Brent, que actualmente se mantiene justo por encima de los 95 dólares el barril, alcanzaría una media de 84,09 dólares el barril en 2023, por encima del consenso de 82,45 dólares de agosto.

Se prevé que el Brent, que ha promediado unos 81,94 dólares en lo que va de año, alcance una media de 86,45 dólares en 2024. [O/R]

Se prevé que el crudo estadounidense alcance una media de 79,64 $ el barril este año - por encima de la previsión del mes pasado de 77,83 $ - y de 82,99 $ el barril en 2024.

"Arabia Saudí y Rusia dictarán los precios del petróleo en los próximos tres meses", afirmó Bill Weatherburn, economista especializado en materias primas de Capital Economics.

"Los recortes de la oferta se prolongarán probablemente hasta 2024, ya que ninguno de los dos países quiere que los precios caigan mientras están lidiando con mayores gastos gubernamentales".

Se espera que los precios del petróleo se mantengan muy por encima de los 80 dólares el barril de cara al próximo año, y se prevé que el Brent alcance una media de 89,85 dólares en el último trimestre de 2023, según la encuesta.

Sin embargo, el tan cacareado barril de petróleo a 100 dólares parece estirado "dada la naturaleza artificial de la escasez de suministro en el sistema y el frágil entorno macroeconómico", afirmó Suvro Sarkar, jefe del equipo del sector energético del DBS Bank.

Algunos analistas esperan que el aumento de la producción a través del esquisto estadounidense ayude a compensar los recortes de la oferta de la OPEP+, aunque sólo marginalmente. También se considera que ayudará el aumento de la producción de Irán y Venezuela.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que el mercado siga siendo deficitario hasta 2023, y que la demanda de petróleo aumente en 1 millón de barriles diarios en 2024.

Sin embargo, la falta de recortes de la producción a principios del próximo año podría cambiar la balanza hacia un superávit.

Robert Yawger, estratega de futuros energéticos del Banco Mizuho, dijo que unos tipos de interés más altos a nivel mundial podrían hacer que la economía mundial entrara en recesión en 2024, lo que impediría la demanda de petróleo junto con las preocupaciones sobre la economía china.