Energean, que opera en ocho países del Mediterráneo y el Mar del Norte británico, había previsto anteriormente que su producción anual se situaría entre 125.000 y 140.000 boed.
La exploradora con sede en Londres achacó la caída del beneficio del primer semestre a un gasto fiscal de 65,3 millones de dólares relacionado con el aumento de los beneficios imponibles y el movimiento de los impuestos diferidos, debido principalmente a la utilización de pérdidas fiscales en Israel e Italia.
Energean recortó su previsión de producción para todo el año, perjudicada por unos problemas de puesta en marcha y arranque más lentos de lo previsto en su campo insignia de Karish, en Israel, que según la empresa "ya se han superado sustancialmente".
Su beneficio después de impuestos fue de 69,8 millones de dólares en el periodo de seis meses finalizado el 30 de junio, frente a los 118,7 millones de dólares del año anterior.
