Los elevados márgenes de beneficio de las refinerías de petróleo son motivo de preocupación y es posible que deban abordarse con medidas gubernamentales, según declaró el jueves el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire.

Deseoso de conseguir una inflación más baja, el gobierno francés ha presionado agresivamente a las industrias que considera que utilizan los precios altos para aumentar sus márgenes de beneficio a expensas de los consumidores.

"Tenemos dudas sobre los márgenes del refinado", dijo Le Maire a los periodistas.

"Con (la ministra de Energía) Agnes Pannier-Runacher, plantearé la cuestión de los altos márgenes a los agentes económicos en cuestión y tomaré decisiones para evitar beneficios excesivos en este sector como en otros".

Le Maire presionó recientemente a la industria alimentaria y a los minoristas para que recortaran los precios de 5.000 productos de uso cotidiano y confirmó sus planes de aplicar un impuesto sobre los beneficios extraordinarios a las empresas de peaje de las autopistas.

A principios de esta semana, Le Maire elogió la decisión del gigante petrolero TotalEnergies de mantener un tope en los precios de los carburantes más allá de finales de año e instó a otros distribuidores a hacer lo mismo.

Le Maire dijo que había hablado con responsables de los países productores de petróleo en la cumbre del G20 de la semana pasada y que todo indicaba que Arabia Saudí tenía intención de seguir limitando la producción.

"Tenemos un precio objetivo de 86 dólares el barril, (pero) lo digo con mucha cautela", dijo, esbozando las principales previsiones económicas del ministerio para el proyecto de presupuestos de 2024. (Reportaje de Leigh Thomas; edición de David Evans)