Las bolsas europeas subieron el lunes tras la caída de la semana pasada, mientras que los rendimientos de la deuda pública reanudaron su ascenso, al tiempo que los precios del petróleo se reafirmaban, a pesar de que China aplicó recortes de tipos menores de los esperados por los inversores.

El banco central chino recortó su tipo de interés a un año en 10 puntos básicos y dejó inamovible su tipo a cinco años. Fue una sorpresa para los analistas, que esperaban recortes de 15 puntos básicos en ambos casos, ya que la recuperación de la segunda mayor economía del mundo ha perdido fuelle debido al empeoramiento de la crisis inmobiliaria, la debilidad del gasto y la caída del crecimiento del crédito.

"La pequeña inyección de estímulo por parte del banco central de China en la alicaída economía ha resultado en gran medida decepcionante dada la magnitud de los retos que están surgiendo en todos los sectores, pero ha dado esperanzas a los inversores de que podría haber más por venir", dijo Susannah Streeter, jefa de dinero y mercados de Hargreaves Lansdown.

"Todavía existe cierta expectativa de que las autoridades chinas intervengan con un impulso más generoso, pero parece que la debilidad del yen está frenando una acción más inmediata", añadió Streeter.

Mientras que la decepción hizo bajar a las acciones asiáticas, con los blue chips chinos cayendo un 0,4% hasta el nivel más bajo en casi nueve meses y otros índices asiáticos también a la baja, las acciones europeas abrieron al alza.

El índice STOXX 600 de Europa subía un 0,7% hacia las 0914 GMT, tras la caída del 2,3% de la semana pasada, con las empresas energéticas superando los resultados al subir los precios del petróleo, ya que el endurecimiento de la oferta por parte de Arabia Saudí contrarrestó las preocupaciones sobre la demanda. Los futuros de las acciones estadounidenses también cotizaban al alza.

Los precios del petróleo subieron el lunes tras romper la semana pasada una racha de siete semanas de ganancias por las preocupaciones sobre la demanda china. El Brent subió 36 centavos a 85,16 dólares por barril, mientras que el crudo estadounidense subió 41 centavos a 81,66 dólares por barril.

En los mercados de bonos, una venta masiva que llevó los costes de endeudamiento de los gobiernos a su nivel más alto en más de una década recobró impulso el lunes.

Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a más largo plazo subieron otros 3-4 puntos básicos el lunes, con el rendimiento a 30 años tocando un nuevo máximo de 12 años en el 4,44%.

El acontecimiento clave de la semana es la conferencia de Jackson Hole de la Reserva Federal de EE.UU., donde los mercados suponen que el presidente Jerome Powell tomará nota del aumento de los rendimientos y de la reciente racha de datos económicos sólidos. El rastreador del PIB Now de la Fed de Atlanta se sitúa en un embriagador 5,8% para este trimestre.

"Es una oportunidad para que Powell ofrezca una evaluación actualizada sobre las condiciones económicas, que ahora parecen más fuertes de lo previsto y refuerzan los argumentos a favor de subidas adicionales de tipos", dijo Marc Giannoni, analista de Barclays.

"Aun así, nos sorprendería que ofreciera una orientación específica, ya que los datos clave de agosto sobre el empleo, el IPC y las ventas minoristas llegarán antes de la reunión de septiembre".

La mayoría de los analistas encuestados creen que la Fed ha terminado de subir los tipos, mientras que los operadores apuestan por algo menos de un 40% de posibilidades de una última subida de la Fed en noviembre.

El dólar estadounidense, que ha encadenado cinco semanas de ganancias ayudado por el aumento de los rendimientos de los bonos, cotizaba plano el lunes frente a una cesta de pares, justo por debajo de los máximos de dos meses alcanzados el viernes.

El euro subió un 0,2% frente al dólar tras la pérdida del 0,7% de la semana pasada.

El ascenso del dólar y de los rendimientos lastró al oro, que se situó en 1.888 dólares la onza, tras haber tocado la semana pasada un mínimo de cinco meses.

Los precios del gas natural licuado (GNL) se vieron apuntalados por el riesgo de una huelga en las instalaciones marítimas australianas que podría afectar a cerca del 10% del suministro mundial. El contrato mayorista de gas TTF de referencia para el primer mes en Europa subió un 3% hasta los 38,75 euros, frente al máximo de 43 euros de principios de agosto.

Las ganancias también estuvieron en el punto de mira, con las acciones del procesador de pagos holandés Adyen cayendo otro 6% el lunes, poniéndolas en camino de una caída del 48% en las últimas tres sesiones, tras las débiles ganancias del jueves que suscitaron preocupaciones en torno a su valoración.

El miércoles, los resultados de Nvidia, empresa especializada en inteligencia artificial, serán otra prueba importante para las valoraciones.