Fisker pretende hacerse un hueco en el abarrotado mercado de los VE con vehículos de menor precio que sigan teniendo una alta sensibilidad de diseño.

El Alaska, cuya producción está prevista para principios de 2025, se unirá a un mercado de pick-ups eléctricas que se calienta rápidamente y en el que actores como el F-150 Lightning de Ford, el Cybertruck de Tesla y el R1T de Rivian se disputan el dominio.

Con un precio ligeramente superior a los 45.000 dólares, el Alaska tendrá un precio inferior al de la mayoría de sus rivales, según declaró a Reuters el consejero delegado Henrik Fisker al margen del acto de presentación en Huntington Beach, California.

Mientras que el R1T comienza en 73.000 dólares, Ford redujo el precio del F-150 Lightning a algo menos de 50.000 dólares.

Fisker dijo que el Alaska, cuyas reservas se abrieron el jueves, se construirá sobre la misma plataforma que su SUV Ocean. Tendrá una autonomía de unos 230-340 kilómetros.

El Alaska es más ligero y pequeño que sus rivales, con una cama de 1,37 m (4,5 pies) que puede extenderse hacia el interior de la cabina hasta unos 2,8 m (7,5 pies). "Nuestro camión es el más deportivo que va a ver", afirmó.

El anuncio de Fisker se produce en un momento en el que el mercado más amplio de vehículos eléctricos se ha visto afectado por una guerra de precios provocada por el líder del mercado, Tesla, para impulsar la demanda, ya que el aumento de los tipos de interés ha agriado la demanda de los consumidores.

Fisker, que utiliza la fabricación por contrato para sus vehículos, pretende mantener bajos tanto los costes de producción como los precios de los vehículos.

Mientras que el SUV Ocean comienza en 37.499 dólares, su SUV Pear, más pequeño y también presentado el jueves, tiene un precio de 29.990 dólares.

Pero Fisker, al igual que muchos de sus homólogos de EV, ha estado luchando con la interrupción de la cadena de suministro que ha obstaculizado la producción de Ocean con la compañía perdiendo su objetivo en el trimestre finalizado en junio.

Fisker dijo que, aunque se resolvió una importante escasez, algunos proveedores siguen teniendo problemas para conseguir piezas de sus subproveedores.

"Todavía estamos en una resaca de COVID", dijo, y añadió que algunos cuellos de botella podrían continuar durante el resto del año.