MILÁN, 6 ago (Reuters Breakingviews) - Vincent Bolloré ha demostrado que la persistencia puede dar sus frutos. La batalla de egos y estrategias del financiero francés con la familia del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi no ha terminado. Pero gracias al fallo adverso de un juzgado español, el conglomerado Mediaset, controlado por Berlusconi, está abierto ahora a una tregua con Vivendi, controlada por Bolloré.    

El grupo de televisión Mediaset, con un valor de mercado de 2.200 millones de dólares, anunció el año pasado un plan para fusionar sus unidades italiana y española en un holding europeo que cotizaría en los Países Bajos. Se suponía que el proyecto, que de llegar a buen puerto se llamaría Media for Europe, se iba a convertir en un rival europeo de Netflix, el gigante estadounidense de la televisión online. Pero la participación del 29% de Vivendi en Mediaset corría el riesgo de quedar reducida a un 23% en la entidad resultante de la fusión. La ley neerlandesa tampoco permitiría que el grupo francés, valorado en 33.000 millones de dólares, exigiera asientos en el consejo de administración.    

Cuando surgió el plan paneuropeo, Berlusconi y Bolloré ya estaban envueltos en una amarga disputa originada tras el giro de 180º dado por Vivendi en 2016 a su promesa de hacerse con el negocio de televisión de pago de Mediaset. Después de una larga batalla legal, Bolloré logró el mes pasado una sentencia a su favor en España. Según la legislación de los Países Bajos, la fusión de Media for Europe debía completarse a principios de octubre, demasiado pronto para recurrir con éxito el último veredicto en el anquilosado sistema jurídico español.   

El consejo de administración de Mediaset ha aceptado la realidad, diciendo que está abierto a negociar una tregua con el inversor francés. Hacer las paces no será fácil, sobre todo teniendo en cuenta la expectativa de Mediaset de una compensación monetaria por el --a su juicio-- trato injusto por parte de Bolloré. Aun así, si ambas partes logran llegar a un acuerdo, el francés tendrá la oportunidad de ayudar a dar forma y ampliar el proyecto.

Vivendi podría incluso ofrecerse a incorporar al conglomerado su conjunto de canales de televisión de pago, Canal+. Como los ingresos de Canal+ son el doble que los de Mediaset, tal contribución tendría que otorgar más peso a Bolloré en la nueva entidad fusionada. Juntos, Bolloré y Berlusconi podrían incluso vencer la resistencia del grupo alemán ProSiebenSat 1 --con un valor de mercado de 2.600 millones de dólares-- a una fusión con Mediaset, su mayor accionista.

El prolongado choque entre el francés y el italiano ha obstaculizado la creación de un gigante de la televisión paneuropeo. Ahora Bolloré tiene al alcance de su mano poner en marcha una cooperación más rentable.   

(La autora es columnista de Reuters Breakingviews. Las opiniones expresadas son exclusivamente suyas.)

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(Editado por Edward Hadas y Oliver Taslic; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)