La inflación supera el 100%, mientras que la peor sequía en seis décadas añade presión a las ya escasas reservas de dólares en medio de los crecientes controles de capital impuestos en 2019.

La ansiedad del mercado crece a medida que la coalición gobernante tiene poco margen de maniobra, y los planes para acumular reservas parecen complicados.

"Sin duda, el banco central tendrá dificultades para reforzar sus arcas", escribió en una nota la correduría Portfolio Personal Inversiones, con sede en Buenos Aires.

El tipo de cambio paralelo clave de Argentina, conocido como dólar blue, extendió su caída en los mercados informales con un descenso del 6,7% a 490 por dólar el miércoles, tambaleándose precariamente al borde de la marca de 500. La brecha entre el tipo de cambio negro y el oficial supera el 120%, la mayor desde julio de 2022.

"Sin espacio político para desplegar un programa de estabilización, la estrategia de embrollo está lista para exacerbar los desequilibrios existentes, con la estanflación entrando en una nueva fase de tendencias divergentes de inflación y crecimiento: inflación más alta y crecimiento real más bajo", escribieron en una nota los analistas de JPMorgan Diego Pereira y Lucila Barbeito.

El caso base del banco es de "dos trimestres consecutivos de contracción" en los dos primeros trimestres de 2023, con un desplome del 12% en el segundo trimestre, cuando se sienta todo el impacto de la sequía.

Argentina no es ajena a las dificultades económicas. Ha incumplido el pago de su deuda soberana internacional en nueve ocasiones, tres de ellas en las dos últimas décadas.

Los programas consecutivos del Fondo Monetario Internacional han fracasado a la hora de afianzar la credibilidad, ya que el prestamista aceptó cambiar los objetivos sin ninguna reforma a cambio.

El actual programa de 44.000 millones de dólares acordado en 2022 sustituyó a un fallido préstamo de 57.000 millones de dólares de 2018, el mayor de la historia del Fondo, por el que Argentina aún debe más de 40.000 millones.

Funcionarios del Ministerio de Economía viajarán a Washington esta semana para iniciar conversaciones con el personal del FMI para recalibrar el programa, pero los detalles específicos aún no estaban disponibles.