Aunque la extradición de Assange aún debe ser aprobada por el gobierno, la decisión del lunes supone un duro golpe para el esfuerzo de Assange por luchar contra su deportación de Gran Bretaña en los tribunales.

Las autoridades estadounidenses quieren que Assange, de 50 años y nacido en Australia, sea juzgado por 18 cargos relacionados con la publicación por parte de WikiLeaks de grandes cantidades de registros militares y cables diplomáticos confidenciales de Estados Unidos que, según ellos, han puesto vidas en peligro.

En diciembre, el Tribunal Superior de Londres anuló la decisión de un tribunal inferior de que no debía ser extraditado porque sus problemas de salud mental significaban que estaría en riesgo de suicidio, y el lunes el propio Tribunal Supremo dijo que no escucharía una impugnación de ese fallo.

"La solicitud ha sido rechazada por el Tribunal Supremo y la razón dada es que la solicitud no planteaba un punto de derecho discutible", dijo un portavoz del Tribunal Supremo británico.

La decisión de extradición deberá ser ratificada ahora por la ministra del Interior, Priti Patel, tras lo cual Assange puede intentar impugnar la decisión mediante una revisión judicial. Una revisión judicial implica que un juez examine la legitimidad de la decisión de un organismo público.

Un portavoz del Ministerio del Interior dijo que no sería apropiado comentar la decisión del tribunal.

El Alto Tribunal había aceptado un paquete de garantías dadas por Estados Unidos, entre ellas que Assange no sería recluido en una prisión de máxima seguridad llamada "ADX" en Colorado y que podría ser trasladado a Australia para cumplir su condena si era condenado.

Los abogados de Assange dijeron que la decisión de extraditar a Assange basándose en esas promesas era "altamente preocupante".

"Lamentamos que no se haya aprovechado la oportunidad de considerar las preocupantes circunstancias en las que los Estados solicitantes pueden ofrecer garantías cautelares tras la conclusión de una audiencia probatoria completa", dijeron los abogados de Assange en un comunicado el lunes.