Unos 60.000 han llegado a través del desierto a Chad, incluidos unos 30.000 en los últimos días, declaró la portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), Olga Sarrado, en una rueda de prensa en Ginebra. Casi el 90% de los recién llegados son mujeres y niños, dijo, y una quinta parte de los niños pequeños están desnutridos.

"ACNUR pide apoyo financiero inmediato para todos los actores implicados en la respuesta para evitar una catástrofe humanitaria, prevenir tensiones por la escasez de recursos y apoyar a los forzados de forma digna", dijo.

"El apoyo del sector privado ha sido lento en comparación con otras emergencias, a pesar de la urgencia y la gravedad de la crisis", añadió, afirmando que se esperaba un nuevo llamamiento después de que la agencia pidiera 445 millones de dólares la semana pasada.

En la misma sesión informativa, un portavoz de la agencia de la ONU para la infancia dijo que se había incendiado una fábrica en la capital de Sudán, Jartum, que producía alimentos para niños desnutridos.

"Esta es la ilustración más oscura y clara hasta la fecha de cómo este conflicto amenaza la vida de los niños a través de múltiples medios", dijo James Elder, portavoz de UNICEF. No sabía si la fábrica, que produce el 60% de los cartones de comida preparada en Sudán, había sido incendiada deliberadamente.