El edificio, situado en el barrio de Hadayek el Kobba, al norte del centro de El Cairo, se encontraba en una zona densamente edificada de viviendas informales, donde los equipos de rescate buscaban supervivientes entre los escombros.

Los derrumbes de edificios son habituales en Egipto debido a las deficientes normas de construcción en muchas zonas.