La ruta migratoria atlántica desde la costa de África Occidental hasta las Islas Canarias, utilizada habitualmente por los migrantes africanos que intentan llegar a España, es una de las más mortíferas del mundo. El verano es su periodo de mayor actividad.
La agencia estatal de noticias de Mauritania informó el jueves de que la guardia costera había recuperado los cadáveres de 89 migrantes que se dirigían a Europa en un barco en el que viajaban 170 personas.
Dijo que nueve personas, entre ellas una niña de cinco años, fueron rescatadas.
No fue posible contactar con las autoridades mauritanas para que hicieran comentarios.
Yali Fall, presidente de la asociación de pescadores de la ciudad suroccidental de Ndiago, dijo el viernes que el número de muertos ascendía a 105 y que los lugareños habían estado enterrando los cadáveres recuperados de la costa desde el lunes.
"Durante tres días enterramos a los muertos cuyos cuerpos fueron encontrados", dijo.
Una cifra sin precedentes de casi 5.000 migrantes murieron en el mar en los cinco primeros meses de 2024 tratando de llegar a las Islas Canarias, dijo en junio el grupo de defensa de los derechos de los migrantes Caminando Fronteras.
Las llegadas al archipiélago en ese periodo se quintuplicaron hasta superar las 16.500 de hace un año, según mostraron los datos del Ministerio del Interior español.