Los sospechosos, identificados como los ciudadanos tayikos Mukhammadshujo A., Nuriddin K., Shamshud N., Said S., Raboni Z., y el ciudadano kirguís Abrorjon K., están acusados, entre otros cargos, de fundar una organización terrorista.
Pretendían llevar a cabo atentados de gran repercusión en Alemania y Europa Occidental, pero no tenían un plan concreto cuando intervinieron las fuerzas del orden, según la declaración.
Los sospechosos, que fueron detenidos en julio del año pasado, habían estado en contacto con el ISIS-K, la rama afgana del Estado Islámico, que reivindicó la autoría de un tiroteo masivo en Moscú el mes pasado en el que murieron al menos 137 personas.
Según los investigadores, los sospechosos llegaron a Alemania a través de Ucrania tras estallar allí la guerra en la primavera de 2022, y formaron una célula terrorista junto con otro miembro procedente de los Países Bajos.
Se reunían regularmente para discutir sus intenciones y exploraban posibles lugares en Alemania, según el comunicado de la fiscalía.
