Alemania ha acogido con satisfacción la muestra de apoyo de China al marco de reestructuración de la deuda de los países más pobres del G20 en una declaración conjunta tras el diálogo financiero que mantuvieron el fin de semana en Fráncfort.

"Celebramos que la parte china también se comprometa a ello en nuestra declaración conjunta, porque las soluciones son inconcebibles sin China como actor tan importante en la política mundial", declaró el domingo el ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, tras su reunión con el viceprimer ministro chino, He Lifeng.

Ninguno de los dos ofreció más detalles sobre las normas de los planes de reestructuración y la declaración conjunta no dio detalles concretos.

Una fuente declaró a Reuters en abril que se esperaba que China abandonara su exigencia de que los bancos multilaterales de desarrollo compartieran las pérdidas junto a otros acreedores en las reestructuraciones de la deuda soberana de las naciones pobres.

El domingo no estaba claro si eso había sucedido.

Algunos países como Alemania han argumentado que, siendo China con diferencia el mayor acreedor de muchos países muy endeudados de África y Asia, Pekín debería hacer concesiones para acelerar la reestructuración de la deuda.

Durante las conversaciones del domingo, Alemania y China también mostraron su determinación de ampliar las oportunidades de acceso a los mercados entre ambos países.

"Esto crea oportunidades en ambas partes para un comercio y una inversión más responsables", declaró el domingo el ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner.

Al tercer diálogo financiero entre Berlín y Pekín asistieron altos representantes de los bancos centrales y de las autoridades supervisoras de ambos países, así como representantes de las empresas.

"Es importante para mí subrayar que por primera vez en la historia del Diálogo Financiero hemos establecido una Mesa Redonda Financiera con representantes de importantes instituciones financieras y empresas privadas", declaró Lindner.

Lindner propuso aumentar la frecuencia de los diálogos financieros entre China y Alemania, para celebrar estas reuniones anualmente en lugar de cada dos años, ya que ambos países desean un progreso más rápido. En política, dos años es mucho tiempo, pero en asuntos financieros, dos años es una eternidad, dijo Lindner.

La reunión tuvo lugar en Fráncfort, ya que Alemania quiere seguir reforzando esta ciudad como centro europeo de servicios financieros, dijo el ministro de Finanzas.