El Gobierno alemán dejará en suspenso indefinidamente los planes para exigir normas más estrictas de aislamiento de los edificios, según declaró a Reuters el ministro de Medio Ambiente, Robert Habeck, en un esfuerzo por ayudar a apuntalar la alicaída industria de la construcción.

El giro del gobierno alemán se produce antes de una reunión muy vigilada entre la industria de la construcción y los líderes del gobierno con el canciller Olaf Scholz el lunes para abordar un importante desplome del sector.

La abolición de las normas de aislamiento ha sido una de las principales demandas de la industria, que afirma que las medidas son demasiado caras y suponen un freno adicional para la deprimida industria de la construcción.

"Los elevados tipos de interés y la inflación son una pesada carga para la industria de la construcción", declaró Habeck a Reuters, señalando que las medidas de aislamiento ahora "pueden esperar".

"No veo que esta nueva norma vaya a introducirse en este periodo legislativo", dijo. El periodo se extiende hasta finales de 2025.

Durante años, los bajos tipos de interés alimentaron un boom mundial, despertando el interés por los inmuebles alemanes, considerados tan seguros y estables como el país. Una fuerte subida de los tipos puso fin a la racha, abocando a una serie de promotores a la insolvencia al congelarse las operaciones y caer los precios.

Los precios de la vivienda en Alemania registraron en el segundo trimestre la mayor caída desde que se tienen registros, la última señal sombría para el mercado inmobiliario de la mayor economía de Europa, según mostraron el viernes datos gubernamentales.

También la semana pasada, los datos mostraron que los permisos de construcción de apartamentos en Alemania cayeron un 31,5% en julio con respecto al año anterior, lo que pone de relieve el desplome de la demanda que asola el sector de la construcción y el inmobiliario.

Alemania, cuya población ha crecido recientemente a medida que millones de personas acuden al país, pretende construir 400.000 apartamentos al año, pero ha tenido dificultades.

La debilidad del sector inmobiliario comercial en Estados Unidos, mientras las oficinas permanecen vacías tras la pandemia, y el desmoronamiento en Suecia de uno de los mayores arrendadores del país han llamado la atención a nivel mundial sobre las dificultades del sector. China también ha visto pasar apuros a los principales constructores inmobiliarios.

En las semanas previas a la cumbre del lunes, el sector ha pedido al gobierno un paquete de ayudas.

Entre otras medidas, los líderes del sector piden la abolición de un impuesto sobre las transacciones inmobiliarias y un programa de crédito respaldado por el gobierno para ayudar a los prestatarios a compensar los altos tipos de interés.