Schmidt dijo en una entrevista para la televisión regional N1 que no podía descartar que Alemania siguiera a Estados Unidos y Gran Bretaña e impusiera sanciones a quienes se considerara que desestabilizaban Bosnia.

"Nadie debería sentirse seguro en este sentido", dijo Schmidt, sin nombrar a nadie.

El líder serbio pro-ruso, Milorad Dodik, ha desencadenado la crisis política más grave en Bosnia desde el final de su guerra en los años 90, tras avanzar en el retroceso de todas las reformas constitucionales y en la devolución de los poderes del Estado a dos regiones creadas bajo un acuerdo de paz que puso fin al conflicto.

Pero Dodik, que es el miembro serbio de la presidencia interétnica tripartita de Bosnia, ha dado un paso atrás después de que Estados Unidos y Gran Bretaña le impusieran sanciones a él y a sus allegados, y dijo el mes pasado que la guerra de Ucrania y sus repercusiones han retrasado por ahora sus planes secesionistas.

Dodik no reconoce a Schmidt como Alto Representante internacional, alegando que su nombramiento no fue aprobado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde Rusia y China intentaron, sin éxito, bloquear su nombramiento.

Ha existido la preocupación de que Moscú pueda también vetar la extensión del mandato de la fuerza de paz de la UE, EUFOR, en el Consejo de Seguridad en noviembre.

"El mensaje debe ser claro: la presencia internacional permanecerá aquí", dijo Schmidt, añadiendo que se esperaba que Alemania aprobara pronto el despliegue de sus tropas como parte de la EUFOR por primera vez en una década.

Alemania anunció la medida el mes pasado mientras aumenta la preocupación por la inestabilidad derivada de la guerra de Ucrania que se extiende a los Balcanes occidentales. Bosnia se encuentra a cientos de kilómetros de los combates, pero se enfrenta a un movimiento separatista serbobosnio cada vez más asertivo que, según los analistas, cuenta al menos con el apoyo tácito de Moscú.

(1 dólar = 0,9598 euros)