La empresa ispace, con sede en Tokio, perdió la conexión con el módulo de aterrizaje Hakuto-R Mission 1 después de que la nave espacial intentara lo que habría sido el primer aterrizaje suave comercial del mundo en la superficie lunar.

El accidente fue el último contratiempo del programa espacial japonés. La agencia espacial nacional tuvo que destruir en marzo su nuevo cohete de carga media H3 y su cohete de combustible sólido Epsilon falló tras su lanzamiento en octubre.

ispace afirmó que se introducirían mejoras para su segunda y tercera misiones.

"A través de estas dos misiones, es muy importante para nosotros aumentar al máximo nuestros conocimientos para lograr una comercialización estable en el futuro", declaró el director ejecutivo de ispace, Takeshi Hakamada, a los periodistas en el Club Nacional de Prensa de Japón.

Mientras que las agencias espaciales nacionales dominaron la exploración espacial en décadas pasadas, numerosos actores privados compiten en una nueva carrera espacial entre Estados Unidos y sus aliados frente a una China cada vez más ambiciosa.

La NASA ha confiado en SpaceX, de Elon Musk, para poner en órbita muchas de sus cargas útiles, y la semana pasada la agencia adjudicó un contrato para un módulo de aterrizaje lunar a un equipo dirigido por Blue Origin, de Jeff Bezos.

Una segunda misión ispace está prevista en 2024, con otro módulo de aterrizaje M1 que transportará el propio rover de la empresa. A partir de 2025, la empresa trabajará con el desarrollador estadounidense de software espacial Draper para llevar cargas útiles de la NASA a la Luna, con el objetivo de construir una colonia lunar con personal permanente en 2040.