El sábado Argel dijo que llamaba a consultas a su embajador en Madrid después de que España respaldara un plan marroquí de autonomía en el Sáhara Occidental que es rechazado por el movimiento independentista Frente Polisario, apoyado por Argelia.

La disputa se produce en un momento en el que Argelia pretende aprovechar la subida de precios y la mayor demanda a largo plazo de su gas en Europa como consecuencia de la crisis de Ucrania, acontecimientos que podrían ayudar a revertir años de declive en su sector energético.

El productor estatal Sonatrach tiene acuerdos de suministro de gas a largo plazo que lo convierten en un importante proveedor de España, y que no podría romper fácilmente, aunque los contratos incluyen revisiones periódicas de los precios.

"Argelia es un país fiable en cuanto al suministro de gas natural y tiene la intención de seguir siéndolo", dijo un antiguo ejecutivo de Sonatrach.

Un segundo ex ejecutivo de Sonatrach dijo que, aunque la mayor parte del suministro de gas argelino estaba ligado a contratos a largo plazo, la empresa pretendía aumentar sus exportaciones a Europa en los próximos años.

Una fuente familiarizada con el pensamiento actual de la empresa reiteró que Sonatrach se comprometía a cumplir sus entregas según lo estipulado en los contratos.

A medida que los clientes europeos se alejan del suministro ruso, puede haber una mayor competencia por el gas de Argelia y Libia, sobre todo entre los países del Mediterráneo.

"Están en una gran posición, por lo que tiene sentido dar una vuelta de tuerca a España desde el punto de vista comercial", dijo un comerciante europeo, indicando que es probable que Argelia busque precios más altos.

El lunes, Sonatrach firmó un acuerdo con la italiana Eni para acelerar el desarrollo de un yacimiento de petróleo y gas en Berkine, como parte de los planes de la empresa italiana para impulsar el suministro total de gas a corto y medio plazo, incluso desde Argelia.

El descenso de las ventas de energía ha sido una preocupación constante para Argelia en los últimos años, lo que ha provocado un colapso de las reservas estatales de divisas en tres cuartas partes desde 2014.

La propia Sonatrach se ha visto sumida en la confusión, con frecuentes cambios en la dirección y con una falta de inversión extranjera que se considera necesaria para aumentar la capacidad de producción, a pesar de una nueva ley en 2020 para mejorar las condiciones de los inversores.

Hasta el año pasado, Argelia abastecía a España mediante dos oleoductos diferentes, uno de los cuales pasaba por Marruecos. Sin embargo, el acuerdo que regía el uso de ese oleoducto expiró el año pasado y la propiedad de la línea volvió a Marruecos.

Después de que Argelia cortara los lazos con Marruecos el verano pasado al deteriorarse su ya frágil relación en medio de la escalada en el Sáhara Occidental, Argel dijo que no intentaría renovar ese acuerdo de oleoducto.

En su lugar, ha suministrado su volumen contratado a España utilizando el otro gasoducto, directo, y con gas natural licuado.