La impugnación presentada el jueves por la UE acusa a China de prácticas comerciales discriminatorias contra Lituania, alegando que amenazan la integridad del mercado único.

"Australia tiene un interés sustancial en las cuestiones planteadas en la disputa presentada por la Unión Europea contra China... y solicitará unirse a estas consultas", declaró el ministro de Comercio, Dan Tehan, en un comunicado.

China, que considera a Taiwán autogobernado como su propio territorio, ha rebajado los lazos con Lituania y ha presionado a las empresas para que rompan sus vínculos con la nación báltica de 2,8 millones de habitantes después de que ésta permitiera a Taiwán abrir una embajada de facto en Vilna. [L8N2U71GE]

Sus restricciones incluyen la negativa a despachar mercancías lituanas en las aduanas chinas, el rechazo de las solicitudes de importación procedentes de Lituania y la presión sobre las empresas de la UE para que eliminen el contenido lituano de las cadenas de suministro cuando exporten a China.

Las relaciones entre Australia y China, su principal socio comercial, se agriaron después de que Canberra prohibiera a Huawei Technologies su red de banda ancha 5G en 2018, endureciera las leyes contra la interferencia política extranjera e instara a una investigación independiente sobre los orígenes del COVID-19.

Pekín respondió congelando los contactos ministeriales e imponiendo aranceles a varias materias primas australianas, como el carbón, la carne de vacuno, la cebada y el vino.

Australia ha presentado dos denuncias ante la OMC en los últimos 18 meses por los aranceles impuestos por China a las importaciones de vino embotellado y cebada.

En un comunicado emitido el sábado, el ministerio de Asuntos Exteriores afirmó que Australia "acoge con satisfacción" la invitación de Francia para participar en una reunión de ministros de Asuntos Exteriores del Indo-Pacífico en febrero.

"Australia valora enormemente la cooperación con Francia y con Europa, también en el Indo-Pacífico", afirmó en un comunicado enviado por correo electrónico, sin precisar si la ministra de Asuntos Exteriores, Marise Payne, asistiría.

Las relaciones de Australia con Francia, que ostenta la presidencia semestral rotatoria del Consejo de la UE, también se han agriado después de que Canberra firmara el año pasado un pacto de seguridad con Gran Bretaña y Estados Unidos, denominado AUKUS, desechando un acuerdo multimillonario de submarinos con Francia.

El pacto, ampliamente visto como un intento de apuntalar el músculo militar regional frente a la creciente presencia china, enfureció a Pekín, pero también causó furia en Francia.