"Un acuerdo de paz no es física nuclear. Si hay buena voluntad, los principios fundamentales de un acuerdo de paz pueden elaborarse en poco tiempo", afirmó Hajiyev.

Pero sobre la cuestión de la implicación occidental, añadió: "Necesitamos la paz en nuestra región, no en Washington, París o Bruselas".

Azerbaiyán y Armenia han librado dos guerras en las últimas tres décadas por el territorio de Karabaj, una región reconocida internacionalmente como parte de Azerbaiyán pero en la que una población mayoritariamente de etnia armenia se separó y estableció una independencia de facto en la década de 1990.

Azerbaiyán lo reconquistó en septiembre, lo que provocó un éxodo masivo de casi todos los 120.000 armenios étnicos del territorio.

Años de mediación por parte de la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia no han conseguido que Armenia y Azerbaiyán firmen un acuerdo de paz. Aún no han llegado a un acuerdo sobre la demarcación de su frontera común, que permanece cerrada y altamente militarizada. Las escaramuzas fronterizas, a menudo mortales, siguen siendo habituales.

Azerbaiyán, que mantiene estrechos lazos con Turquía, se ha retirado repetidamente en los últimos meses de las conversaciones de paz mediadas por EE.UU. y la UE, a los que ha acusado de parcialidad proarmenia.

El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, atribuyó esta semana a la UE el mérito de haber contribuido a acercar un acuerdo de paz, pero afirmó que ambas partes seguían "hablando idiomas diplomáticos diferentes".

Hajiyev afirmó que Estados Unidos había mostrado "un doble rasero y una actitud poco constructiva". Azerbaiyán también se ha mostrado muy crítico con Francia, que dijo el mes pasado que había acordado nuevos contratos para suministrar equipamiento militar a Armenia.

En un discurso pronunciado el martes en una conferencia sobre descolonización, el presidente azerbaiyano Ilham Aliyev afirmó que Francia era responsable de "la mayoría de los crímenes sangrientos de la historia colonial de la humanidad".