La firma con sede en Houston, Texas, dijo que combinará sus dos unidades de yacimientos petrolíferos en un negocio de Servicios y Equipos para Yacimientos Petrolíferos dirigido por María Claudia Borras, que había sido vicepresidenta ejecutiva de su negocio de servicios para yacimientos petrolíferos desde 2017.

También creará una unidad de Tecnología Industrial y Energética mediante la fusión de sus negocios de Soluciones de Turbomaquinaria y Procesos (TPS) y Soluciones Digitales. Ésta será dirigida por Rod Christie, que había supervisado su unidad TPS.

La reestructuración reducirá el equipo de liderazgo ejecutivo, recortando en un 25% el número de informes directos del director general Lorenzo Simonelli, según una presentación.

"Este era un movimiento previsible. Les acerca un poco más a la separación total de las dos entidades", dijo James West, director gerente de la firma de inversiones Evercore ISI.

Las acciones de Baker Hughes bajaban un 1,54% a 24,96 dólares en las operaciones del mediodía, en medio de las caídas de los valores energéticos en general.

La reestructuración es la última de una serie de cambios en Baker Hughes en los últimos cinco años. En 2017, se fusionó con GE Oil and Gas, pero anunció sus planes de separación aproximadamente un año después.

La empresa tiene como objetivo conseguir márgenes del 20% antes de impuestos en su unidad de equipos petrolíferos para 2025, dijo en la presentación.

Baker también dijo que está llevando a cabo una evaluación integral de su negocio de equipos submarinos para determinar el modelo adecuado, y que seguirá racionalizando los productos y mercados que no encajan en su unidad OFSE.

Su unidad de Energía y Tecnología Industrial englobará los negocios relacionados con el cambio climático, como la captura de carbono, el hidrógeno y la gestión de emisiones. Su objetivo es destinar entre el 3% y el 4% de los ingresos a su presupuesto de investigación y desarrollo, según dijo el martes.

Baker prevé entre 10.000 y 11.000 millones de dólares en pedidos para esa unidad en 2022 y 2023, y unos 200 millones de dólares en nuevos pedidos de energía para este año. Prevé que la captura de carbono impulse entre 6.000 y 7.000 millones de dólares en pedidos para 2030.