La disputa entre Binance y la OSC comenzó en junio del año pasado, cuando la bolsa anunció su decisión de abandonar Ontario después de una ofensiva reguladora contra las bolsas de criptomonedas en la provincia por el supuesto incumplimiento de las leyes de valores.

Sin embargo, en diciembre, Binance notificó a los inversores que se le permitía continuar con sus operaciones en Ontario aunque seguía sin estar registrada en la provincia, según la OSC.

En el compromiso, Binance también asumió una serie de otros compromisos, incluyendo el cese de las operaciones en las cuentas existentes en Ontario, con ciertas excepciones que la compañía dijo que eran necesarias "para proteger a los inversores".

La criptobolsa también ofreció proporcionar exenciones de tarifas y reembolsos a ciertos usuarios de Ontario, y dijo que contrataría a un tercero independiente para supervisar la aplicación de sus compromisos.

Aunque el negocio de Binance se disparó durante la pandemia del COVID-19, con inversores minoristas e institucionales por igual que se aficionaron al cripto, la empresa ha sido objeto de fuertes críticas por parte de los reguladores de todo el mundo.

El gigante de las criptomonedas también ocultó información y mantuvo débiles controles de blanqueo de dinero, incluso cuando dijo que acogía con satisfacción la supervisión gubernamental, según informó anteriormente Reuters.