El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dijo el viernes que estudiaría la posibilidad de cambiar las reglas de gasto del gobierno después de las elecciones de octubre con el fin de hacer espacio para más inversiones en infraestructura, lo que despertó las alarmas entre los responsables de la política económica.

Tres funcionarios del Ministerio de Economía, que pidieron el anonimato para discutir las deliberaciones internas, dijeron que el ministerio no había recibido ninguna orden para estudiar un cambio en el tope constitucional de gastos y que se resistirían a flexibilizar las reglas fiscales.

Bolsonaro está por detrás en las encuestas de opinión del ex presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, que ha pedido repetidamente que se elimine el tope de gasto. Los analistas advierten que el titular de la derecha podría recurrir a propuestas económicas cada vez más populistas para recuperar terreno en la carrera altamente polarizada.

Bolsonaro se presentó en 2018 prometiendo una política económica ortodoxa y grandes privatizaciones, pero no ha cumplido con la mayoría de esos planes y ha recurrido cada vez más a los subsidios energéticos y al gasto en bienestar social para apuntalar su popularidad.

"El año pasado tuvimos cerca de 300.000 millones de reales (61.300 millones de dólares) de exceso de ingresos, pero no se puede gastar ni un centavo de eso en infraestructura debido al tope de gastos", dijo Bolsonaro durante una entrevista radial.

"Mucha gente dice que esto es algo que hay que cambiar. Lo dejaremos para el futuro, discutiremos este tema después de las elecciones", agregó.

El tope de gastos fue aprobado por el Congreso de Brasil en 2016, modificando la Constitución para limitar el crecimiento del presupuesto federal al ritmo de la inflación.

La regla es considerada el principal ancla de la política fiscal, aunque el gobierno de Bolsonaro ha creado excepciones para dar cabida a más gastos públicos este año.

El Ministerio de Economía también ha propuesto nuevas formas de financiar el gasto público, incluyendo una propuesta el mes pasado de crear un fondo a partir de la venta de activos públicos para pagar programas contra la pobreza e inversiones públicas.

(1$ = 4,8967 reales) (Reportaje de Ricardo Brito; Redacción de Gabriel Araujo y Marcela Ayres; Edición de Brad Haynes, Paul Simao y Rosalba O'Brien)