El presidente de Burundi, Evariste Ndayishimiye, acusó a finales de diciembre a Ruanda de acoger y entrenar al grupo rebelde Tabara Roja, que reivindicó la autoría de un ataque cerca de la frontera occidental de Burundi con la República Democrática del Congo (RDC). Ruanda ha rechazado sus acusaciones.

Ruanda se enteró de la decisión de Burundi a través de informes de los medios de comunicación, dijo un portavoz del gobierno a Reuters, añadiendo que violaba los principios de un bloque regional del que ambos forman parte.

"Esta desafortunada decisión restringirá la libre circulación de personas y mercancías entre los dos países, y viola los principios de cooperación e integración regional de la Comunidad del África Oriental", declaró Yolande Makolo, portavoz del gobierno ruandés.

Las relaciones entre algunas naciones del bloque son frías desde hace años en medio de disputas internas, entre las que también se encuentran Uganda, Kenia, Tanzania, Sudán del Sur, la República Democrática del Congo y Somalia.

"Hoy hemos cerrado las fronteras. Y quien vaya allí no pasará", declaró el ministro del Interior de Burundi, Martin Niteretse, citado por los medios de comunicación locales.

El ministro no respondió a la petición de Reuters de hacer comentarios.

Burundi ha dicho que el ataque de diciembre se cobró la vida de 20 personas, mientras que Red Tabara afirmó en la plataforma de medios sociales X que sólo mató a nueve soldados y a un agente de policía.

Tabara Roja ha estado luchando contra el gobierno de Burundi desde bases en el este del Congo desde 2015.