La campaña "Spamouflage", que utilizaba redes de cuentas de medios sociales nuevas y secuestradas para publicar mensajes masivos, tuvo lugar en agosto y septiembre, y se dirigió a docenas de parlamentarios de todo el espectro político, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.

Los mensajes incluían acusaciones contra los parlamentarios de infracciones penales y éticas, la afirmación de que los incendios forestales de Hawai estaban causados por un "arma meteorológica" secreta del ejército estadounidense y vídeos deepfake.

Miles de comentarios de este tipo en inglés y francés se publicaron en las cuentas de Facebook y X de los diputados, y el gobierno trabajó con las plataformas para conseguir que se eliminaran las redes de bots.

"Esta campaña podría desalentar y dificultar a los diputados el desempeño de sus funciones y podría disuadir a los diputados y a las comunidades de la diáspora en Canadá de pronunciarse sobre cuestiones que les preocupan", decía un informe del Ministerio de Asuntos Exteriores sobre el incidente.

Las relaciones entre China y Canadá se volvieron gélidas a finales de 2018, cuando la policía canadiense detuvo a un ejecutivo chino de telecomunicaciones. Poco después, Pekín detuvo a dos canadienses acusados de espionaje. Los tres han sido liberados desde entonces.

Ottawa también ha acusado a Pekín de tratar de interferir en sus asuntos a través de diversos planes, como comisarías ilegales y el señalamiento de legisladores. China ha negado enérgicamente todas estas acusaciones.

En septiembre, el gobierno de Trudeau anunció una investigación pública independiente sobre las acusaciones de intento de injerencia extranjera por parte de China, Rusia y otros países.