El ministro añadió que ha ordenado a las empresas de telecomunicaciones que se ayuden mutuamente durante los cortes y que desarrollen un protocolo de comunicación para informar mejor a los canadienses y a las autoridades durante las emergencias.
El apagón de la red de Rogers interrumpió casi todos los aspectos de la vida cotidiana, cortando el acceso a la banca, el transporte y el gobierno para millones de personas, y afectando al sistema de pagos sin efectivo del país y al centro de llamadas de Air Canada.