Las quejas de los pasajeros por retrasos prolongados o cancelaciones de vuelos se han disparado contra las compañías aéreas en Canadá y otros países a medida que el tráfico comercial repunta tras los mínimos de la pandemia.

El endurecimiento de las normas propuesto también otorgaría a la Agencia Canadiense de Transporte (CTA) mayores poderes para imponer sanciones monetarias y le daría autoridad para firmar acuerdos de cumplimiento con las compañías aéreas, según un comunicado del ministerio de Transporte.

La legislación ampliaría la autoridad de la agencia para fijar tasas con el fin de recuperar sus costes de resolución de reclamaciones, y sustituiría el proceso actual para permitir decisiones más oportunas.

La CTA, un tribunal cuasi judicial encargado de hacer cumplir los requisitos vigentes en materia de reembolso a los pasajeros, declaró que actualmente tiene un retraso de más de 44.000 reclamaciones.

"Está claro que se necesita un sistema más sólido y sencillo para aumentar la responsabilidad y la transparencia de las compañías aéreas", declaró Alghabra.

"Las enmiendas propuestas mejorarían significativamente nuestro régimen de derechos de los pasajeros aéreos para garantizar que los viajeros reciban los servicios y el trato por los que pagan y que se merecen", añadió.

Las normas impondrían a los transportistas una mayor carga para compensar a un pasajero que presente una queja, a menos que la compañía aérea demuestre lo contrario. Las compañías aéreas también tendrían que establecer un proceso interno para tramitar las reclamaciones de los pasajeros aéreos.