El acto del miércoles, titulado "Libertad de los medios de comunicación en Hong Kong", se celebra al margen de la reunión de cinco semanas del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Entre los oradores figura Sébastien Lai, hijo de Jimmy Lai, que esta semana cumplió su milésimo día en una prisión de Hong Kong acusado de cargos relacionados con la ley de seguridad nacional de la antigua colonia británica y de sedición.

En una carta que circuló ampliamente entre los diplomáticos de la ONU en Ginebra, la misión china pidió a los países "que se abstengan de participar en este evento de cualquier forma".

"Las cuestiones relacionadas con Hong Kong son asuntos internos de China que no admiten interferencias externas", decía la nota diplomática revisada por Reuters.

Cuatro diplomáticos confirmaron haberla recibido y tres de ellos dijeron que los diplomáticos chinos también se habían puesto en contacto individualmente con algunos países para que no asistieran ni apoyaran de ningún modo el evento. Los diplomáticos declinaron ser identificados debido a lo delicado del asunto.

Aún así, hasta ahora, al menos 22 países han copatrocinado el evento, según mostró un documento, entre ellos Estados Unidos, Francia y Alemania.

Las misiones diplomáticas de China y Gran Bretaña en Ginebra no respondieron inmediatamente a la petición de Reuters de hacer comentarios.

Las tensiones diplomáticas entre las autoridades chinas y las británicas han sido muy fuertes en los últimos años, ya que estas últimas alegan que los intentos de China de afirmar su autoridad sobre la ciudad contravienen un acuerdo de traspaso que garantizaba amplias libertades. El centro financiero regresó a China desde Gran Bretaña en 1997.

Gran Bretaña publicó este mes un informe en el que afirmaba que las autoridades de Hong Kong han extendido la aplicación de una ley de seguridad nacional impuesta por Pekín "más allá de las auténticas preocupaciones de seguridad nacional". El juicio de Jimmy Lai en virtud de la nueva ley se ha aplazado hasta el 18 de diciembre y se espera que dure 80 días.

China, uno de los 47 miembros del Consejo de Derechos Humanos con sede en Ginebra y que aspira a la reelección el mes que viene, ha intentado en el pasado contrarrestar las críticas a su historial en materia de derechos humanos.

El año pasado, pidió a la entonces jefa de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, que no publicara un informe muy esperado en el que se afirmaba que la detención arbitraria y discriminatoria de uigures en Xinjiang por parte de China podía constituir crímenes contra la humanidad.