Taiwán, gobernado democráticamente, perdió a Nauru, uno de los pocos aliados diplomáticos que le quedaban, en favor de China el 15 de enero, apenas unos días después de la elección de un nuevo presidente taiwanés.

China reclama Taiwán como territorio propio sin derecho a lazos de Estado a Estado, una posición que Taiwán disputa enérgicamente.

El gobierno de Nauru declaró que buscaba la plena reanudación de las relaciones diplomáticas con China "en el mejor interés" del país y de su pueblo.

Nauru ya había reconocido a China anteriormente, entre 2002 y 2005.

Entre los 12 aliados diplomáticos restantes de Taiwán se encuentran el Vaticano, Guatemala y Paraguay, además de Palau, Tuvalu y las Islas Marshall en el Pacífico.