China y Europa mantuvieron varias rondas de conversaciones técnicas sobre los aranceles a los coches eléctricos chinos que la Comisión Europea confirmará el jueves, según informó el Ministerio de Comercio chino en una rueda de prensa ordinaria.

"Hasta la fecha, se han celebrado varias consultas a nivel técnico entre China y la Unión Europea", declaró He Yadong, portavoz del ministerio.

"Aún queda un plazo de cuatro meses antes del arbitraje, y esperamos que las partes europea y china avancen en la misma dirección, muestren sinceridad e impulsen el proceso de consultas lo antes posible", añadió.

La Comisión está a punto de confirmar unos aranceles provisionales a la importación de hasta el 37,6% sobre los vehículos eléctricos (VE) fabricados en China, después de que el bloque acusara a la segunda economía mundial de proporcionar a sus empresas fuertes subvenciones estatales.

La política comercial de la UE se ha vuelto cada vez más protectora ante la preocupación de que el modelo de desarrollo chino centrado en la producción pueda inundar Europa de productos baratos, ya que las empresas chinas intentan aumentar sus exportaciones en medio de una débil demanda interna.

Pekín rechaza las acusaciones de que los vehículos eléctricos chinos están injustamente subvencionados.

"Los gobiernos de algunos Estados miembros de la UE y algunas grandes empresas automovilísticas se han opuesto repetida y explícitamente a las medidas antisubvenciones de la UE", declaró He Yadong.

"China espera que la UE atienda el llamamiento desde dentro de la UE, lleve a cabo las consultas con China de forma racional y pragmática, y evite que las medidas compensatorias perjudiquen la cooperación mutuamente beneficiosa y el desarrollo común de la industria automovilística China-UE", añadió.

Los países de la UE están dudando sobre si respaldar aranceles adicionales a los vehículos eléctricos fabricados en China, lo que pone de relieve el reto de Bruselas a la hora de conseguir apoyos para su mayor caso comercial hasta la fecha, ya que Pekín amenaza con represalias de gran alcance.

La cuestión se someterá a los 27 miembros del bloque en una votación consultiva en las próximas semanas.

Según los informes, Alemania, cuyos fabricantes de automóviles realizaron un tercio de sus ventas el año pasado en China, quiere detener los aranceles, mientras que Francia ha sido uno de los más firmes defensores.

China está llevando a cabo una investigación antidumping sobre las importaciones europeas de brandy. Casi todas las exportaciones de brandy de la UE a China procedían de Francia el año pasado, según muestran los datos de las aduanas chinas.

Pekín también ha abierto una investigación antidumping sobre las importaciones de carne de cerdo europea y sus subproductos, que según los analistas tiene como objetivo presionar a España, los Países Bajos y Dinamarca para que rompan con la Comisión respecto a los frenos.