A pesar de haber dictaminado en mayo que el ex socio veterano de Dechert, Neil Gerrard, había traicionado gravemente a su propio cliente y que ex altos cargos de la OFS se habían comportado con mala fe, el juez del Tribunal Superior David Waksman sugirió a todas las partes que hicieran una tregua.

"A pesar de lo que ha ocurrido en el pasado y de las graves acusaciones... ciertamente puedo ver el sentido en el que alguien que mira todo esto puede decir que ahora es necesario un cierre", dijo en una audiencia de dos días para discutir los costos legales.

"Ya es suficiente. Creo que las partes necesitan, como mínimo, volver a pensar en la cuestión de ... una posible mediación".

La OFS y Dechert declinaron hacer comentarios. Los representantes de ENRC y Gerrard, que representó a ENRC entre 2010 y 2013, no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios.

Eurasian Natural Resources Corporation (ENRC) alegó que Gerrard filtró información confidencial a la OFS para poder ampliar una investigación interna y ordeñar a la empresa para obtener cuantiosos honorarios, y que la OFS lo alentó para tratar de reclamar una cabellera corporativa de alto perfil.

La OFS abrió una investigación penal sobre las acusaciones de fraude, soborno y corrupción relacionadas con la compra de activos minerales en África por parte de ENRC en 2013, pero no se han presentado cargos contra la empresa o los sospechosos. ENRC niega haber actuado mal.

Tras un juicio inicial para establecer la responsabilidad el año pasado, Waksman determinó que Gerrard incumplió su deber de diligencia con ENRC, filtró material privilegiado a los medios de comunicación, se relacionó con funcionarios de la OFS sin autoridad en un "incumplimiento imprudente del deber" y que la OFS le indujo a hacerlo con "oportunismo de mala fe".

Sin embargo, el juez desestimó las demás acusaciones de ENRC contra la OFS, entre las que se encontraban la prevaricación en el ejercicio de la función pública, la destrucción deliberada de pruebas y las filtraciones a los periodistas.

Gerrard dijo en mayo que seguía convencido de la idoneidad de sus acciones, de su asesoramiento a su antiguo cliente y de su integridad personal y profesional.

Dechert, por su parte, ha dicho que reconoce la gravedad de las conclusiones del juez en relación con la conducta de Gerrard, señalando que hasta el juicio, inclusive, actuó "de buena fe confiando en las garantías que nos dio el señor Gerrard".

ENRC ha dicho que está buscando pérdidas multimillonarias tanto contra Dechert como contra la OFS y que un nuevo juicio establecerá si la mala conducta causó alguna pérdida.

Mientras tanto, Dechert ha acordado pagar a ENRC 20 millones de libras (24 millones de dólares) en concepto de costes intermedios y dice que sus aseguradoras respaldan a la empresa.

(1 dólar = 0,8227 libras)