Al menos 21 personas, entre ellas cinco niños, murieron después de que un corrimiento de tierras en Batang Kali, una popular zona de colinas situada a unos 50 km al norte de Kuala Lumpur, se derrumbara mientras la gente dormía en sus tiendas.

Según la Agencia Nacional de Gestión de Desastres de Malasia, 94 personas quedaron atrapadas en el corrimiento de tierras, pero 61 estaban a salvo y 12 seguían desaparecidas.

Las operaciones de búsqueda y rescate se suspendieron hacia las 12.00 horas del sábado debido al tiempo desfavorable y se reanudaron a las 7.00 horas (2300 GMT), según informó el departamento de bomberos y rescate.

El primer ministro, Anwar Ibrahim, declaró a la prensa a última hora del viernes que el gobierno proporcionaría 10.000 ringgit (2.261,42 dólares) en ayudas a las familias de cada fallecido en la tragedia, mientras que los supervivientes recibirían 1.000 ringgit por hogar.

Una investigación inicial demostró que se había derrumbado un terraplén de unos 450.000 metros cúbicos de tierra. La tierra cayó desde una altura estimada de 30 metros (100 pies) y cubrió una superficie de aproximadamente un acre (0,4 hectáreas).

El Departamento Forestal de varios estados ordenó el cierre de los campings considerados de alto riesgo, así como de las rutas de senderismo y de conducción todoterreno tras el desastre.

Los corrimientos de tierra son frecuentes en Malasia, pero normalmente sólo después de fuertes lluvias. Las inundaciones son frecuentes, y el año pasado unas 21.000 personas se vieron desplazadas por las lluvias torrenciales en siete estados.

(1 $ = 4,4220 ringgit)