La única obra árabe en competición sigue a Hamrouni, que atrajo la atención internacional en 2016 por criticar a las autoridades tunecinas por no impedir que una de sus hijas huyera a Libia para unirse a su hermana en la lucha por el grupo militante islámico.

"Profundizar en las contradicciones, las sensaciones, las emociones requiere un tiempo del que no disponen los periodistas. Es función del cine explorar estas zonas, estas ambigüedades del espíritu humano", declaró Ben Hania en un comunicado de prensa.

Para la película, Ben Hania quería mostrar las complejidades de Hamrouni, pero se dio cuenta de que caía en la trillada narrativa de la madre culpable siempre que la cámara estaba encendida.

"Olfa había sido condicionada por los periodistas", dijo Ben Hania.

La directora sorteó este condicionamiento diciéndole a Hamrouni que iba a contratar al conocido actor tunecino Hind Sabri para que la interpretara en una película y que Hamrouni tendría que prepararla.

Ben Hania también contrató a actores para interpretar a las hijas desaparecidas.

"Al hacerle preguntas sobre detalles concretos y sus motivaciones, Hind Sabri permite a Olfa reflexionar sobre su pasado sin complacerla", dijo Ben Hania. "Si Olfa se hubiera quedado a solas conmigo, se habría limitado a contar la misma historia".

Ben Hania desfiló por la alfombra roja con la Hamrouni de la vida real y sus dos hijas, así como con los actores que interpretan a las hijas desaparecidas y a Sabri para el estreno de la película el viernes por la noche.

Su última película, "El hombre que vendió su piel", fue la candidatura tunecina al mejor largometraje internacional en los Oscar de 2021.