La empresa de inversiones CRF I Ltd presentó en 2020 una demanda contra Cuba y su antiguo banco central, el Banco Nacional de Cuba (BNC), por dos préstamos de 72 millones de euros (78 millones de dólares) concedidos originalmente a Cuba por bancos europeos en la década de 1980.

La Habana argumentó en una vista celebrada en enero que el Tribunal Superior no tenía jurisdicción para conocer del caso presentado por CRF, una empresa registrada en las Islas Caimán.

La juez Sara Cockerill dictaminó el martes que el Alto Tribunal no tenía jurisdicción para conocer del caso contra Cuba, pero sí en relación con el caso contra BNC.

Resumiendo su decisión en una breve vista celebrada el martes, Cockerill dijo: "CRF ha tenido éxito contra BNC... al mismo tiempo, ha perdido contra Cuba".

El fallo sólo se refiere a si la demanda puede seguir adelante en Londres. Ahora se espera que el caso de CRF continúe, sujeto a cualquier solicitud de permiso para recurrir la decisión.

El caso será observado con atención por otros acreedores que han luchado por recuperar alrededor de 7.000 millones de dólares de deuda soberana de Cuba.

El presidente del CRF, David Charters, dijo en un comunicado: "El CRF sigue comprometido a encontrar una solución con Cuba que (tenga) un impacto cero en su presupuesto durante al menos cinco años, reconociendo la difícil situación económica que atraviesa el país".

Charters añadió: "El BNC era el banco central de Cuba y sigue siendo responsable de la gestión de estas deudas cubanas impagadas".

"Cuba ganó un punto técnico en este juicio que ya hemos subsanado y no esperamos que esta cuestión afecte al eventual resultado final, que es una victoria completa para el BNC".

Los medios estatales cubanos saludaron el fallo como una victoria para el país de gobierno comunista. CubaDebate, un medio de comunicación estatal, informó de que "la República de Cuba está fuera del pleito".

El informe señalaba que el proceso judicial seguiría adelante contra el BNC.