En un discurso optimista en la reunión anual del Foro Económico Mundial de Davos, Scholz destacó los esfuerzos para superar la crisis energética desatada por la invasión rusa de Ucrania, incluida la rápida creación de terminales de gas natural licuado.

Estas terminales ayudarán a sustituir el gas ruso por gasoducto que solía representar la mitad de las importaciones de gas de Alemania. Los críticos afirman que Alemania podría no haberse enfrentado a una gran crisis energética si hubiera tomado tales medidas para diversificar el suministro antes de la guerra.

"Esto lo demuestra: Alemania puede ser flexible; podemos ser poco burocráticos; y podemos ser rápidos", dijo Scholz.

El canciller destacó cómo la crisis había acelerado la transformación hacia una economía verde: las terminales de GNL podrían, por ejemplo, utilizarse eventualmente para el hidrógeno.

Scholz dijo ser consciente de que era necesario encontrar recursos adicionales de gas para garantizar que la mayor demanda europea de GNL no disparara los precios y, por tanto, la escasez para los países más pobres, sin detallar cómo hacerlo ni si Alemania estaría dispuesta a invertir en nuevos proyectos de gas.

"Por supuesto, debemos evitar a toda costa nuevos bloqueos, nuevas dependencias del camino", dijo, añadiendo que esto podría hacerse haciendo que los nuevos proyectos estuvieran preparados para el hidrógeno "desde el principio y ampliando las energías renovables en paralelo".

Alemania era competitiva antes de la guerra de Ucrania, cuando los precios de la energía ya eran comparativamente altos, porque su modelo empresarial se basaba principalmente en "productos industriales intensivos en investigación y tecnología altamente especializados", no en la producción en masa intensiva en energía, dijo. Como tal, seguía siendo competitiva.

Scholz advirtió sin embargo contra el peligro de la desglobalización que pende como "una espada de Damocles" sobre el mundo. Las nuevas tensiones geopolíticas han provocado perturbaciones en el comercio que resultan especialmente difíciles para una economía impulsada por las exportaciones como la alemana.

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