José Romero, de 22 años, y Nathen Garley, de 21, fueron detenidos por el tiroteo que impulsó a la gobernadora Michelle Lujan Grisham a suspender temporalmente el derecho a portar armas de fuego durante un "periodo de reflexión" en una de las ciudades más violentas de Estados Unidos.

Su medida sin precedentes arrastró a Nuevo México a un debate nacional sobre los derechos a portar armas y la seguridad pública.

Froylan Villegas murió y su prima Tatiana Villegas, de 24 años, quedó paralizada de cintura para abajo cuando más de una docena de disparos se efectuaron contra su camioneta cuando salía de un partido de béisbol de las ligas menores el 6 de septiembre.

Los investigadores pensaron inicialmente que se trataba de un acto de furia al volante, pero la policía dijo que los sospechosos parecían haber confundido la camioneta con un vehículo similar propiedad de un hombre con el que mantenían una disputa.

"Creemos que estos cobardes confundieron los dos vehículos y dispararon contra el vehículo equivocado", declaró a la prensa el jefe de la policía de Albuquerque, Harold Medina.

La orden sanitaria de emergencia de Luján Grisham por la que se suspendían los derechos de portación abierta y oculta se topó con una reacción bipartidista por considerarla inconstitucional y fue impugnada por los defensores de los derechos de las armas. La medida fue apoyada por los partidarios del control de armas en Nuevo México y por el arzobispo católico de Santa Fe.

La prohibición fue suspendida por un juez de un tribunal federal el 13 de septiembre por considerar que violaba las sentencias del Tribunal Supremo de Estados Unidos.

La semana pasada, la gobernadora demócrata limitó su orden sanitaria sólo a parques y zonas de recreo.

La policía dijo que Romero ya estaba en busca y captura por no comparecer ante un tribunal por presunto tráfico de drogas, mientras que Garley fue detenido con unas 100.000 pastillas de fentanilo en su vehículo.

No fue posible identificar inmediatamente a los abogados de los hombres.